Durante un período de tiempo, (muy chiquito afortunadamente), estuve completamente convencida de algo equívoco en mi vida, de algo que si seguía ese rumbo me iba arruinar la felicidad, me iba a alejar de lo que realmente amo.
Agradezco a la vida por regalarme un hermano como el que tengo, que me aconseja, que me ayuda, me abre los ojos. No voy abandonar mis sueños, no voy abandonar mi pasión. No voy a dejar la vida pasar.
Algo que me quedo bien claro es que lo realmente importante no es el final, sino como se transita el camino que uno hace para llegar.